Cada vez queda menos para el verano, la estación preferida para las mujeres y los hombres que nos gusta exponernos al sol y bañarnos, ya sea en la piscina o en la playa. Es en estas fechas que por ser demasiado precavidos -o por olvido- llevamos nuestro bañador o bikini a una situación límite.
Los bañadores son prendas de ropa delicadas, no las podemos poner en la lavadora como si fuera un tejano, o pensar que son piezas preparadas para estar en contacto constante con el agua del mar o piscina y que, por este motivo, no hace falta prestar atención especial en su mantenimiento.
Ante todo hay que tener claro que los bañadores no están preparados para ponerse en la lavadora cada vez que los utilizamos, como tampoco pensar que cuando volvemos de la playa lo podemos tender y cuando este seco ya puede volver en la bolsa para el próximo día. Este trato, independientemente de la calidad del bañador o bikini, que también influye, hará que al finalizar la temporada nuestro bañador este en malas condiciones.
Otro de los errores que se comete en muchas ocasiones es poner el bañador a secar con el impacto directo del sol. Esta acción puede deformar el bikini o bañador, y aún peor; puede estropear la lycra de forma considerable y dejar la prenda de baño inservible. Aún que tu bañador no sea de lycra, no lo pongas a secar directamente al sol, porque no solo se estropeara la lycra, sino que también perderá el color.
Otra práctica que debemos evitar es poner el bañador dentro de una bolsa de plástico que tenga cierre con cremallera o cualquier otro sistema que no permita la circulación del aire. Algunas marcas ofrecen sus bañadores y bikinis con estas bolsas, pero si la utilizamos para guardar el bañador mojado o para guardarlo de una temporada a otra el tejido se resentirá.
La lycra es un tejido con muchas prestaciones pero también tiene sus puntos débiles. Uno de ellos es su resistencia limitada a las altas temperaturas. Si en verano dejamos un bañador de lycra en el interior de un coche, en contacto directo con el sol, durante muchas horas, nos arriesgamos a que el traje de baño coja mucha temperatura y la lycra se desintegre. Esta situación se tiene que evitar.
La recomendación de todos los fabricantes es que una vez llegamos a casa después de una jornada de playa o piscina, ponemos nuestro bañador en un recipiente con agua fría y con un poco de jabón neutro. Después de este ejercicio lo escurrimos suavemente, para finalmente, ponerlo a secar en un sitio preferiblemente seco y que no le toque el sol directamente.
Las semanas de vacaciones que utilizamos el bikini cada día, es recomendable ponerlo a la lavadora una vez por semana, con un programa corto para prendas delicadas, y sobretodo en el caso del sujetador del bikini, es necesario ponerlo dentro de la lavadora en una bolsa expresa para esta función o una bolsa de algodón. Si no tenemos esta bolsa, utilizar una funda de almohada es una buena opción.
Estas son las condiciones de mantenimiento básicas que, independientemente del tejido del traje de baño, harán que lo conserves en buen estado. Vas a mantener el color, el tejido y su forma.